martes, 13 de septiembre de 2011

Carta de un joven bogotano a su ciudad

Escucho a la gente cuando habla mal de los políticos con frases como “es que prometen hasta el cielo, suben al poder  y se olvidan de uno. Sólo les importa su salario y ver qué se roban por ahí” Esa frase, desafortunadamente,  es una verdad en la realidad política bogotana, especialmente desde la última administración. Bogotá, sin duda alguna, se encuentra en una situación coyuntural.
Soy Javier Vargas, tengo 19 años, estudio historia en la universidad y soy skater hace un buen tiempo. Ésta combinación de gustos (la historia y el skateboarding) me han permitido conocer bien a Bogotá. De una manera espontánea he aprendido a apreciar sus escaleras, sus calles, sus plazoletas, sus parques, sus transmílenios (cuando no están llenos) sus museos, sus restaurantes (con sus ajiacos), sus monumentos, sus edificios... Hasta el punto de estar seguro de que la extrañaría si me ausentara de ella por mucho tiempo. Estoy seguro de que hay mucha gente que piensa igual a mí y se sienten orgullosos de ser bogotanos.
Quisiera saber, cuántos políticos en la administración bogotana sentirán el mismo amor por su ciudad que nosotros, cuántos están ahí por vocación y no como trampolín a otros cargos, cuántos están ahí porque les preocupa mejorar el futuro de la ciudad antes que mejorar el bolsillo propio. La realidad nos muestra que, o no hay, o son tan pocos que no pueden contra esos buitres politiqueros que se han encargado de dejar a Bogotá desangrada. Considero necesario que para administrar a Bogotá, el mínimo requisito sea que se tenga identidad hacia ella.
"Incluso en el trono más alto, uno se sienta sobre sus propias posaderas." Ésta es, más o menos,  la frase de Montaigne con la que me respondió Juan Carlos Flórez cuando le hacía saber sobre mi profunda emoción por estar sentado con él en un cálido café bogotano el día en que lo conocí.  Esta frase habla mucho sobre la humildad de su carácter. Es un bogotano más, preocupado por los asuntos de su ciudad y que, como nosotros, quiere verla mejor. Me alivia ver que, ante la funesta situación en la que se encuentra nuestra ciudad, existan personas cómo él, orgullosas de ser bogotanas y con muchas ganas de hacerle bien a la capital.
Porque Bogotá necesita que sus habitantes nos sintamos cómodos en ella. Bogotá necesita una educación de calidad, Bogotá necesita seguridad, Bogotá necesita una mejor movilidad, Bogotá necesita cuidar sus recursos. Bogotá necesita de personas como Juan Carlos, que no es un político en el sentido colombiano de la palabra, él es un ciudadano que vive los problemas de la ciudad, que se ha dedicado a estudiarla durante años y que, cuya trayectoria, ha sido la prueba fehaciente de su amor hacia ella.
Por estas razones, bogotanos, en octubre votaré por él.

Javier Vargas.

Los invitamos a visitar:
www.juancarlosflorez.com
 

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